El primer dia vam visitar la catedral de Pisa i els seus voltants sota la pluja. No vam entrar a cap edifici ja que teníem pensat tornar-hi l’últim dia . Vam continuar el viatge cap a la ciutat de Lucca: Inusual entre les ciutats de la regió, les muralles de la ciutat restaren intactes fins a la seva expansió i modernització. Com que els seus murs tan amples perderen la seva importància militar, es convertiren en passeigs que envolten la ciutat antiga, tot i que durant uns quants anys del segle XX s'usaren per a carreres de cotxes. Avui dia segueixen totalment intactes; cadascun dels quatre costats principals està enjardinat amb diferents classes d'arbres. El nucli antic de la ciutat ofereix un pintoresc entramat de carrers i places entre les quals sobresurt la Plaça de l'Amfiteatre, que conserva la forma el•líptica de l'antic amfiteatre romà.D'entre les esglésies sobresurten la catedral i San Michele, construides amb marbre i amb façanes decorades amb galeries d'arcades sobreposades seguint el model característic del romànic pisà. Vam seguir el viatge, sota la pluja, i ens vam parar a Volterra. Cap al tard ens vam aturar a una de les joies del viatge, San Gimignano: és una petita vila emmurallada d'origen medieval, erigida dalt d'un turó de la Toscana. És famosa per la seva arquitectura medieval i, especialment, les seves torres, que es poden veure de lluny estant. Mentre en altres ciutats, com ara Bolonya o Florència, la major part de les seves torres han desaparegut a causa de les guerres, les catàstrofes naturals o la renovació urbanística, San Gimignano ha aconseguit conservar catorze torres de diversa alçada de les 72 que hi havia hagut durant l'època de puixança, que han esdevingut el seu senyal característic arreu del món. A la nit vam passejar per Siena, no hi havia ningú.

El segon dia vam sortir de Siena i ens vam dirigir cap al sud per visitar els petits pobles de la Toscana. La primera parada la vam fer a San Quirico d’Orcia. Al costat de San Quirico vam trobar una altra meravella: Bagno Vignoni. Vam seguir el viatge cap a Bagni San Filippo , un lloc natural amb una antiga gruta convertida en ermita i unes fonts d’aigua calenta amb formacions de calcita com les de Pummakale i Yelowstone. Vam visitar l’abadia de San Salvatore, un dels monestirs més antics de la Toscana. Vam anar a dinar al poble de Sorano, molt bon menjar una taula de formatges i embotits de molta qualitat. Aquest poble és molt important ja que s'hi troben moltes construccions excavades a la roca. El Conjunto Rupestre de San Rocco. El lugar, situado en un precipicio, está a una distancia de 2 Km. del pueblo de Sorano, la última localidad del triangulo que compone las “Città del Tufo”, situada a 9 Km. de Pitigliano. El importante conjunto está formado tanto por viviendas como por cámaras funerarias, todas ellas excavadas en la ladera oeste del altísimo barranco de toba volcánica. Se cree que el conjunto rupestre procede de entre los siglos III y II a.C. A causa de su posición, se deduce fácilmente que el conjunto rupestre estuvo unido a Sorano mediante la garganta existente entre la magnífica Iglesia de San Rocco (reconstruida en el siglo XVIII), situada a la entrada del pueblo, y el río Lente. De hecho, para ir de Sorano al conjunto rupestre basta con ir caminando por una de sus impresionantes vie cave. Sovana es una fantástica localidad medieval,se alza en la cima de un promontorio de toba volcánica, rodeado de vegetación agreste. Los tres pueblos forman el triangulo que compone el área protegida de la Reserva Arqueológica de las “Ciudades de Toba Volcánica” (“Città del Tufo”) del territorio de Maremma, configurando una de las zonas más ricas en arqueología etrusca y en asentamientos prehistóricos de Italia. Entre las soberbias tumbas que los etruscos excavaron en las rocas, en los alrededores de las vie cave (largos senderos con muros altísimos ahondados en las rocas de toba) sobresalen: “La Tomba della Sirena” (siglos del III al II a.C.); “La Tomba del Sileno” (siglo II a.C., c.);... Vam acabar el dia visitant Pitigliano, una ciutat no gaire interessant i les Termes de Saturnia, un lloc espectacular. La belleza de las Termas de Saturnia radica en su espectacularidad, en sus piscinas naturales escalonadas con pequeñas cascadas – las llamadas Cascadas del Molino -, y en la gran cascada, todo ello situado en un hermoso enclave natural.

El tercer dia vam anar a veure dos llocs espectaculars: l’abadia de San Antimo i les tombes etrusques de Chiusi. Vam passar per Asciano, sense gaire importància, i la primera parada la vam fer a l’abadia de Monte Oliveto Maggiore. La visita val la pena. La abadía benedictina y el monasterio de Monte Oliveto Maggiore son unos de los tesores más escondidos de la Toscana. Si aquesta abadia valia la pena, l’abadia de San Antimo és un lloc que mereix ser visitat per si sol. Al parecer fundada por el emperador romano Santo Carlomagno en 781, la iglesia abacial de Sant'Antimo es uno de los lugares más bellos de la Toscana, en contraste con un fondo de colinas de olivos en un valle del río. Quan nosaltres la vam visitar a l’abadia i vivien una petita comunitat de monjos que mantenien la vida del monument... Vam seguir cap a la ciutat de Pienza. Vam anar a dinar a Chiusi, on teníem previst visitar alguna tomba etrusca, vam tenir sort i a la tarda hi havia una visita guiada. Al matí vam visitar el Museu i a la tarda, les tres tombes. Con la entrada al Museo Etrusco se incluye las visitas a la tumba del León y la de la Peregrina. Tumba del León.- Se halla a 3 km. del centro de Chiusi, siguiendo la carretera que lleva al lago, muy cerca de la Tumba de la Scimmia. Está datada en torno al 510 a.C. También denominada como la tumba del pozo, consta de un vestíbulo y tres cámaras, la última de las cuales cuenta con un pozo. Por desgracia, las pinturas murales que decoraban el vestíbulo y la última de las cámaras se encuentran en un muy deficiente estado de conservación; aunque el techo está decorado con una diversa policromía. Tumba de la Peregrina.- Se halla a 2 km. de la ciudad, en la necrópolis de Poggio Renzo. Pertenecía a la familia de los Sentinates y se remonta a finales del siglo IV a.C. - principios del siglo III a.C. Consiste en un largo dromos, con cuatro nichos y tres cámaras funerarias. En la tumba se hallaron cinco sarcófagos y una docena de urnas funerarias de alabastro y travertino. En la cámara central se encontraba la urna de Larth Sentinates Caesa, expuesta como hemos comentado anteriormente en el Museo Nazionale Etrusco de Chiusi. Tumba de la Scimmia.- Es la tumba más famosa de la necrópolis de Chiusi. Datada en el siglo V a.C., fue descubierta en 1846. Consta de un vestíbulo y tres estancias, decoradas con hermosos techos y camas funerarias. El vestíbulo y la última de las cámaras cuentan con pinturas murales, con un extraordinario friso que muestra escenas de los juegos celebrados en honor del difunto, con carreras de bigas, luchadores, boxeadores, o un pequeño mono subido a un arbol, que da el nombre a la tumba. També vam visitar la catedral de Chiusi i de tornada cap a Siena vam parar a Montepulciano.

L’últim dia vam sortir cap a Pisa però passant per Florència ( no volíem visitar la ciutat, però si que teníem intenció de parar a The Mall, una outlet molt famosa que hi ha al costat de Florència). Pel camí vam parar a l’abadia de Coltibuono. The Mall és una outlet molt exclusiva on les botigues són escasses i els preus súper cars, no val la pena visitar-la. La última parada la vam fer a Pisa on abans d’agafar l’avió vam visitar la zona de la catedral. Sobra decir que la Piazza dei Miracoli y, por supuesto, la Torre inclinada son los puntos más fotografiados de Pisa, y es que el conjunto monumental formado por la misma torre, la catedral, el cementerio y el Baptisterio, suponen una concentración de edificios tan bellos, que pocos sitios en el mundo podrían igualarlo. Antes de decir nada sobre la Torre inclinada un apunte, en realidad no es una torre, sino el campanario del Duomo. Símbolo de Pisa, sus 58 metros de altura tienen una inclinación de 5 metros con respecto al eje perpendicular. Sus seis pisos fueron levantados con tremendo esfuerzo en doscientos años. Año a año la torre iba escorándose un par de milímetros por año, por lo que para mediados del siglo XXI podía desplomarse. La progresiva inclinación sólo se trató con éxito cuando el peligro de derrumbe obligaba a intervenir, de manera que en 1992 se cerró hasta 2001, con un proyecto de compactación del terreno para evitar las infiltraciones de agua y que recuperó 40 cm de inclinación. La mejor opción para visitarla torre es comprar la entrada previamente por internet para evitarnos las colas que pueden ser interminables, y así acceder a la hora programada. Son varias las leyendas e historias que acompañan a la torre de Pisa, la más conocida es que el científico Gaileo Galilei llevó a cabo desde lo alto las pruebas lanzando varias bolas de cañón de diverso peso que le permitieron demostrar que la masa es importante en la velocidad. Doscientos noventa y cuatro escalones que de forma espiral -más que circular- se decoran con una fachada de loggia columnada, en sintonía con la ornamentación del ábside del Duomo. Cuando subimos nos podemos fijar en las escaleras, tan desgastadas por las pisadas de millones de turistas que han deformado la piedra hasta adquirir una forma ondulada. Para los que tengan dudas de que se les puede caer la torre mientras suben deben saber que la inclinación de la torre está perfectamente observada y controlada con las tecnologías más modernas, y los tensiómetros que hay en la escalera son una reminiscencia del pasado. Desde lo alto la vista de Pisa, especialmente de la catedral es sublime, con una panorámica de la planta de cruz latina del templo donde sobresale la inmensa cúpula.